Kevin Grow, un joven de 18 años con síndrome de Down, firmó un contrato de dos días con los Philadelphia 76ers.
Una vez más el deporte nos da una lección. Kevin Grow es un chico del Bensalem High School del estado de Pennsylvania. Kevin lleva 4 años siendo el asistente del entrenador en el equipo del instituto. En los dos últimos partidos del equipo, el entrenador le dio la oportunidad de disputar algunos minutos. En ese tiempo pudo demostrar su habilidad para este deporte, logrando 14 puntos y logrando un canastón sobre la bocina.
Todo esto no pasó inadvertido para la franquicia de los 76ers, que haciendo gala de un gesto de valor incalculable, decidieron cumplir el sueño del joven Kevin. La sorpresa vino en forma de contrato, un contrato de dos días en los que el joven entrenó con los jugadores de los Sixers. Además, aparte del regalo de equipaciones del equipo, el jugador sería presentado como cualquier otro jugador, en la visita de los Cleveland Cavaliers.
La NBA vuelve a demostrar ese lado solidario con el que logra hacer feliz a mucha gente. Un ejemplo a seguir y un modelo que, a mi juicio, tendría que llevarse a cabo en otras grandes ligas del mundo.
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