Lillard, Wall, Irving y Belinelli protagonistas del All-star.

Buen espectáculo el que nos ofrecieron el viernes los jugadores de primer y segundo año. El partido estuvo marcado por el pique anotador que tuvieron Dion Waiters y Tim Hardaway JR. . Pero en la fiesta se coló un invitado de lujo, Andre Drummond. El pívot de los Pistons aprovechó el escaparate del All-Star para lucirse y con 30 puntos y 25 rebotes se llevó el MVP del partido.

La noche del sábado, una de las más esperadas tras la “reforma” del concurso de mates, nos dejó luces y sombras. En el primero de los concursos, el Shooting Stars, pudimos ver a algunas de las leyendas de la NBA, como Dominique Wilkins o Karl Malone, competir con figuras actuales de la NBA y de la WNBA. La victoria fue para el equipo formado por Chris Bosh, Dominique Wilkins y Swin Cash que derrotaron en la final al equipo formado por Kevin Durant, Karl Malone y Skylar Diggins. El equipo liderado por Bosh consiguió revalidar el título logrado el año pasado.

 
En el segundo, el de habilidades, la emoción se mantuvo hasta el último segundo. Empezaron la final Carter-Williams y Oladipo dejando el crono en 45,3. Era el turno de Damian Lillard y de Trey Burke. Cuando parecía que la victoria iba a recaer en la primera pareja, tras los fallos de Burke, el escolta de Utah apretó los dientes y consiguió dejar el crono en 45,2.

En el tercero, el de triples, también tuvimos emoción hasta la final con el gran duelo entre Bradley Beal y Marco Belinelli. Ambos ofrecieron un recital de tiro a canasta y pudimos disfrutar de una ronda de desempate en la final. El italiano se alzó con la victoria tras anotar 24 de 34 puntos posibles.

El concurso que cerraba la noche del sábado, el de mates, resultó ser, un año más, un auténtico desastre. Esta vez la NBA tenía grandes matadores pero el nuevo formato no les permitió lucirse. La victoria fue para el conjunto del Este y John Wall recibió el premio por el mejor mate de la noche.

Y por último, la gran cita, el Partido de las Estrellas. Como siempre hubo espectáculo. Quizás se esperaba algo más del duelo entre Lebron y Durant.

Al final fue un duelo de mates entre Lebron y Griffin. Durant y Anthony lucharon por ser el más anotador. Y entre todas las estrellas apareció Kyrie Irving para llevar al Este a la victoria y conseguir su primer MVP del All-Star game.